jueves, 22 de marzo de 2012

La vida es un caniche

Por el BB Contempomi (Pelotazo, me volves a decir gordo y te cago a trompadas)

En los tiempos en que términos como "afracensado", "ningunear", "hippie chic" o "prostitución vip" llegan a nuestros oídos masivamente a traves de los medios de comunicación dedicados a la farándula argentina; nos preguntamos si el "fulbo" puede mantenerse intacto, de pie, con la frente en alto y no subyugarse finalmente (y me cago en el INADI) a esta oleada de putez que nos invade los sentidos intentandonos someternos a esta cultura metrosexual emergente y que no deja de multiplicarse como si fuera nuestra peor pesadilla, pretendiendo que la galera y los bigotes de Pachano pasen a ser cosa de todos los dias...

Y es asi como tristemente nos damos cuenta de que esta invasión silenciosa nos comienza a ganar terreno, a esclavizarnos tal cual el colonialismo ingles de antaño, donde cada día nos parece mas normal ver los spots de Cristiano Ronaldo y su puto gel Clear Man, los trajes Armani de Messi a medida, la cama solar del Foco en pleno invierno, las calzas de lycra Vitnik de Gastoncito y los zapatos de cuero de piton del cholo Simeone.

Entonces es como vamos perdiendo no solo la identidad sino tambien los valores y enseñanzas de nuestros mayores, la vida que conocíamos jugando en la vereda, y la alegría incontenible cuando papá nos traía un perro de regalo al que llamabamos Toto, Batuque o Negrito; cambiandolo inexplicablemente por denominaciones foráneas como "Maxi", "Jackie" o cualquier diminutivo impuesto por las altas clases sociales con sus caballos de polo, sus campos, sus cascos de estancia y sus bifes de lomo al roquefort sobre fino colchón de hojas verdes.

Donde quedaron esos días? donde quedó Batuque comiendo un buen guiso de fideos que sobró del mediodía? Donde quedaron esos canes comepañales que tanta alegría nos dieron de chicos?

La respuesta esta en cada uno de nosotros...y tal vez, solo tal vez; algun día podamos volver a esos tiempos.-

Un abrazo enorme

martes, 20 de marzo de 2012

¿Y vos qué hacés los domingos?


Por Eulalio Meaurio (Capitán)

Según las sagradas escrituras el domingo Dios se cansó de crear el mundo y se echó una siesta. Lo que demuestra  fehacientemente que el Creador no era japonés y que por ese motivo su obra le salió imperfecta (¿ignoraba el Altísmimo que un tsunami son olas que se llevan puesta una hermosa isla a causa de perturbaciones como terremotos, deslizamientos de tierra, erupciones volcánicas o impactos de meteoritos? Si no lo sabía, mi teoría se confirma: el trabajo final muestra fisuras. Ahora, si estaba en los cálculos, que flor de ….).
Lo cierto es que para el mundo occidental, el domingo fue consagrado como el día del relajo. Es decir, la jornada de la semana en el que “tradición, iglesia y propiedad” permiten que un hombre descanse 24 horas después de entregarle al desarrollo y consolidación del sistema capitalista su lomo y sudor de lunes a sábados (hasta el mediodía, porque después hay que ir al hipódromo, llegamos tarde y Rulli no hace la entrada en calor).
Por eso mismo, al ser un día diferente, algunos prefieren pasar su domingo comiendo un típico asado criollo con amigos y esperar el inicio de Arsenal-Godoy Cruz. Otros, más tangueros, optan por almorzar tallarines con la vieja. Pero toda regla tiene su excepción. En esa lista se inscribe el distinto, el osado. El que prefiere viajar hasta Salada, Corrientes, para ver, caniche en brazos, la carrera de cuatriciclos conducido por su yerno, merendar arena y perderse el histórico partido en el que su equipo preferido le ganó a Boca 5-4. ¿Campeón, tierno o palurdo? Un misterio tan huérfano de respuestas  como la creación del mundo en seis días…