Acerca de la amistad

Ante tanta y diversa palabrería circulante por la red de redes en este como en todos los días del amigo que recuerdo desde que el avance de la tecnología de las comunicaciones nos regaló a la Internet; me vi en la necesidad de tratar de escribir algunas cosas que a veces dan vueltas en mis pensamientos y que, sin pretenderme escritor - una palabra que de por si intimida a cualquiera que no esté preparado para tal disciplina – sentí ganas de compartir este pequeño texto con ustedes en un intento de intercambiar ideas, pensamientos y sentires comunes a todos en una palabra tan grande, tan compleja, tan significativa y tan simple a la vez como lo es “Amistad”.

Casualmente hoy escuchaba una entrevista a Borges hecha en España por Joaquín Soler Serrano, donde se le preguntaba sobre la amistad y el amor a lo que Borges replicaba: “La amistad no necesita de frecuencia, o frecuentación, el amor en cambio si necesita de la frecuencia; el amor está lleno de ansiedades, de dudas y un día de ausencia puede ser terrible. Yo tengo amigos íntimos a los que veo tres o cuatro veces al año, a otros no los veo más porque se han muerto; por ejemplo a Adolfo Bioy Casares lo veo 4 o 5 veces al año y somos íntimos amigos; tengo un amigo, quizás uno de mis mejores amigos que se casó y se le olvidó decirme que se casaba- como hablábamos siempre cosas generales y además era muy tímido, nunca nos hicimos confidencias- la amistad puede prescindir de la confidencia, en el amor no; si en el amor no hay confidencias uno puede sentirlo como una traición…”

Escuchando esto me ponía a pensar en mí mismo y en los amigos que tengo la suerte de tener, en lo que están cerca ahora, en lo que están lejos pero siempre están presentes, y me daba cuenta que notable y que simple esta definición de Borges sobre una de las relaciones más valoradas y vanagloriadas de nuestro mundo de todas las épocas- no existe escritor, poeta, músico o artista que no hay dedicado en algún punto de su obra una creación inspirada en la amistad- donde se pone de manifiesto que para tener un amigo no hacen falta recetas o instructivos y poder definirlo de una manera tan concreta como lo hizo Atahualpa Yupanqui en una conversación con Borges que el mismo lamentaba que no se le haya ocurrido a él, “la definición de amistad me la dio un tío mío una vez mientras me pasaba un mate: un amigo es uno mismo en el cuero ajeno”.

Se pueden dar muchas definiciones de amistad: simples, complejas, filosóficas o poéticas ; pero lo cierto es que cada uno de nosotros tiene su propia definición de amistad, su manera de cultivarla y de mantenerla viva a través del tiempo: yo particularmente me quedo con una frase que leí alguna vez en algún libro que no recuerdo que decía: “es raro que los habitantes de una misma familia se críen bajo el mismo techo y es seguro que los amigos se reencontraran al cabo de un tiempo o después de todo un ciclo vital”; yo particularmente siempre estuve convencido de mi familia trasciende los lazos de sangre y que si una vez, quizás en un dejo de soberbia, pensé que ya tenía todos los amigos que necesitaba, hoy creo que todavía tengo muchos “viejos amigos” por conocer. No dejo de agradecer día a día lo que me enseñan cada uno de ellos y mi definición de amistad se reduce a un mensaje de texto de hace unos días que decía: “si te queda, pasa por el rancho- necesitas que vaya, conteste- no, estoy con un buen vino y quería buena charla”; y es tan simple como eso: un día cualquiera, un vino, una charla, inclusive se puede prescindir de la charla y compartir algún silencio, pero fundamentalmente saber que no hace falta nada más porque cuando se está con “uno mismo en el cuero ajeno”, no hace falta nada más.

Esto va entonces por y para mis amigos, para todos los que tenemos alguien que sabemos que está presente durante toda nuestra vida, al que podemos recurrir cuando no necesitemos nada y el que va a llegar primero sin necesidad de llamarlo; a ustedes, mis amigos; a ellos, sus amigos, les deseo la misma suerte que tengo yo de poder compartir el camino de la vida sin ansiedades, sin presiones, con o sin confidencias, con buenas charlas o silencios…con amigos…en familia.
Un abrazo a todos

Horacio Javier Caballero