Érase una vez...

Èrase una vez en un país muy muy lejano un sapo al que todos los chicos llamaban cariñosamente PEPE...

Era un sapito muy cariñoso al que le gustaba mucho pero mucho jugar con todos los chicos de la comarca...

Y fue así que durante mucho tiempo el sapo PEPE fue el amigo inseparable de grandes y chicos, contandole cuentos, acompañandolos en sus correrias, alegrías y tristezas...




Cierto dia de verano llegó un señor al reino, un señor con aspecto de bueno, que con su dicha vino a alegrar las vidas de todos, y fué asi que los mas grandes le abrieron sus puertas
y sus bodegas para que el nuevo integrante de la comarca se sintiera como en casa...


Y todos lo llamaron cariñosamente: "El tío Carloncho"....

Y fué asi como Carloncho les enseñó a divertirse, a pasarla bien a nunca decaer, ya que el tenía la alegría de la dicha eterna y si alguien estaba mal el sacaba su guitarra y amablemente le decia: "hoy problemas no!, escucha este temita que te voy a tocar y fijate que no se queme el vacío que esta en el horno..."

Los días pasaron y pasaron, los años fueron dejando sus huellas en todos y cada uno de los pobladores de la comarca y aunque para Carloncho también pasaban los años, la alegría no dejaba de fluir incesamente, rodeado de amigos, de grandes y chicos, así transcurrían los días en esta aldea donde todo era felicidad...

Y el tío les enseño todos los placeres de la vida, a no dejar que nunca los invadiera la tristeza y que pese a todo lo que pudiera pasar de malo en la vida siempre la musica y los amigos los acompañarían para nunca abandonarlos...

Un día, nuestro amigo, el sapo PEPE se acercó a Carloncho y le dijo: "Tío, puedo quedarme a tu lado a divertirme?;  y si unimos fuerzas podemos hacer de esta comarca la más feliz de todo el reino"...

Claro Pepe!, dijo feliz el tío, únete a mi y juntos no permitiremos que la felicidad deje de brillar jamas en la aldea...

Quédate conmigo esta noche, te voy a enseñar cada una de las formas de ser feliz y te prometo que para cuando llegue el día nos dormiremos juntos, extasiados de tanta felicidad, llenos de dicha y con una peluca que no te vas a olvidar jamas..."Que es peluca Tío?, pregunto intrigado PEPE...", tranquilo hijo, contesto Carloncho, todo a su debido tiempo...todo a su debido tiempo...

Y así fue que despues de una larga noche se quedaron dormidos los dos, felices y contentos...

Pasaron los años y el Sapo PEPE ya no fue visto por la Comarca, nadie sabía que había sido de el y los chicos comenzaron a preguntarse donde estaría...a que lejanos reinos habría llevado su alegría que ya no estaba con ellos...

Y fue así que cierto día, un viajante del reino que lo había visto al sapo PEPE alegrando a los chicos en muchisimas ocasiones, lo encontró en un castillo, una noche de plenilunio, y al verlo se llenaron sus ojos de dicha...había encontrado al sapo PEPE...

Dormía apaciblemente, despues de una noche de jolgorio, risas, musica y baile; después de haber llevado alegría a todos, tal como se lo había enseñado el tío Carloncho...


Y colorín colorado, ahora el sapo PEPE, esta arruinado...