jueves, 20 de agosto de 2009

Tricampeones


Final en cancha seis: Estudio 0 – Ingenieros C 0. Minutos antes Contadores L y Juniors se disfrazaron de Ferro y Platense un lunes cualquiera y se fueron a las duchas sin festejar. Ahí nomás este cronista metió mano en su mochila de cuero marrón clarita, sacó la calculadora científica y empezó: si por cada partido ganado te dan 3 puntos, eso significa que después del 2-0 contra Abogados A, Agrofor obtuvo tres puntos. Si multiplico por tres partidos ganados me dan 9 puntos. Matemáticas puras: 3 jugados, 3 ganados = 9 puntos.

Los rivales empataron todos entre sí en 3 fechas, entonces suman 3 puntos, menos los que ya enfrentaron a Agrofor, que por lógica perdieron contra el naranja, por tal motivo sólo pueden llegar con toda la furia a 2 unidades. Para continuar con esta lógica me nutro de los conceptos del libro de Adrián Paenza “Matemáticas ¿Estás ahí?” y sigo. Si sólo quedan dos fechas, implica que los conducidos por Cacho Navarre incluso perdiendo los dos cotejos que faltan, se llevan el trofeo porque, por si fuera poco, en la ronda regular salieron primeros. Un dato no menor, ya que según el inciso E del artículo 10 del reglamento de la Aciadep, redactado por el mismísimo Michael Yendreka se advierte que “aquel equipo que le pasare o pasase el trapo al resto de los equipos en la ronda campeonato, llevará como premio a la liguilla final la ventaja deportiva en caso que se empatare, empatase o empantanare el desenlace del certamen a igualdad de puntos”.

Y sigo. Y sigo sumando información. No puedo dejar de dar puntada sin hilo. Debo ser riguroso con la información y chequearla y revisarla. Con mi dilatada trayectoria no puedo arrojar data sin documentación fehaciente. La calculadora empieza a humear. Pero antes de pasar a la inmortalidad, cansada de que le repitan las mismas operaciones una y otra vez, con el último aliento la maquinita saturada suscribe: “No sumes más. Ya son campeones, boludo”.

Con la confirmación me largo al centro de la cancha para anunciar la noticia pero los muchachos de Agrofor ya se fueron. Apenas se ven las pilas de cadáveres de cerveza y serpentinas. No queda nadie en el predio. Solo al fin, pero con la satisfacción moral de haber dilucidado científicamente el porqué de la vuelta olímpica dos semanas antes, abro mi laptop y me largo a escribir lo que presencié unas horas antes en la cancha 4 del hipódromo.

Otra copa más…

Facundo resignó el finde largo a Wanda. El Flaco se abstuvo del último trago en Mentecato y la Foca sólo le puso una rodaja de panceta a los dos huevos fritos que se clavó al mediodía. Todos se sacrificaron. Sabían que esa tarde podían coronar una campaña sensacional.

De entrada el clima mete miedo. Abogados A es un equipo peligroso de arriba y el viento podía ser un factor impredecible. Para desactivar esa hipótesis, el Bohemio por Zaca a la cancha. Los letrados tienen la iniciativa en los primeros minutos, pero son sólo fuegos de artificio. Agrofor se planta y empieza a hacer lo de siempre: defensa segura, bochazos a los puntas y juego en tres cuartos de cancha rival.

Las acciones de riesgo tardan en llegar. El Foco mete un corner en el travesaño, el rebote buscó algún héroe, pero el puesto quedó vacante.

A los veinte minutos, pelotazo de la Negra al área, sale el golero rival y deja un rebote corto. Error. El asesino de redes nipón salió de cacería y se cruzó con su presa. Latigazo y gol. 1-0. El grito del Chorpa y el clan Reyes se escucha en las otras canchas y los rivales, que esperaban un tropiezo del actual campeón, se empiezan a resignar.

La ventaja puso el juego donde quería Agrofor. Cedió la pelota y esperó. La firmeza de los defensores, la entrega de los mediocampistas y el apriete en la salida rival de los delanteros cerraban todos los caminos para los dirigidos por José Edmundo Villarreal.

Apenas unos minutos del segundo tiempo, el Flaco tiene una. Botín nuevo, palo. Ahí nomás, el Japo se come otra y después la Negra dibuja una contra de fantasía con Diegote, deja al arquero en el piso y se le va apenas por arriba del travesaño.

Más tarde, Diegote pide un tiro libre y le pega en las bolas a Hendrix que estaba sacándole chispas a su viola en una nube. Al toque, otra chance. Acomoda el capitán y el arquero rival la saca al córner.

Está claro que me pagan para hablar bien de Agrofor, pero si no destaco en la crónica ocasiones de Abogados A es porque no existieron prácticamente. Hasta ahí, el 1-0 era mezquino e injusto.

El Foco gana una bola en las inmediaciones de la empanada del área rival, ensaya una chacarera doble, pasa a la defensa pero no al egoísmo del 10 de Agrofor. El capitán se adueña de la pelota, y tal como muestran las imágenes de Misiones On Line, elude al arquero y la toca suave con derecha. Belleza. 2-0. Montaña humana en el banderín del córner y ahora sí, partido liquidado. Gol y vuelta. Caramburú y champán. Locura y rocanrol. Asado y cascarudo para todos.

Con el triunfo, a falta de dos fechas, Agrofor se coronó campeón con legitimidad. A lo largo de esta campaña y desde esta columna advertíamos, incluso en la adversidad, que en el mano a mano el naranja era el color que más brillaba. No fue una ocurrencia de este cronista. Lo predijo una gitana, la misma que al principio del torneo tiró las cartas y dijo que Agrofor iba a ser campeón.

4 comentarios:

gastoncito dijo...

Con este campeonato consecutivo quedo demostrado que agrofor hoy es el mejor equipo del torneo, lo digo por si quedaron dudas sobre el campeonato inmediatamente anterior. El compañerismo, la solidaridad, el esfuerzo y los huevos siempre dan sus buenos frutos. Quiero felicitar a todos y ahora tenemos dos semanas de festejo!!

Anónimo dijo...

y el comentario del BB?

Anónimo dijo...

cuanto pesan las pestañas de diegote????

desmaio dijo...

este viernes si salgo ya no me cuido más, esto va para el flaco y luisito el rugbier. el flaco con la chomba pop, y luisito con camisa kevingston.