jueves, 27 de agosto de 2009

La vigencia del campeón


Por Eulalio Meaurio (a favor de la televización abierta del fútbol)

Volvió el fútbol por ATC, ahora devenido en Canal 7. Volvió Marcelo Araujo y Ortega a River. Ya no está Don Niembra y su chivo “¿Ya compró su pararayos?”. Fútbol de Primera está, pero no lo mira nadie. Volvió Julio Ricardo a ser columnista y Alejandro Apo a meterle dinámica a los relatos.

Volver es distinto a tener vigencia. Regresar con un formato que ya existió no sorprende, pero mantenerse, perdurar en el tiempo es más difícil que lograr transparencia en los comicios de Afganistán.

Regularidad. Esa es la palabra que mejor le cabe al actual campeón. A falta de dos fechas para la culminación del certamen, con el título en el bolso, el naranja salió a la cancha contra Contadores Libres defendiendo la misma idea que lo llevó a lo más alto: defensa sólida, mediocampo versátil y poder de fuego adelante.

El partido fue de armas tomar. Combativo en gran parte del desarrollo del juego porque enfrente estaba el otro mejor equipo de la Liga.

El primer tiempo encontró algo acartonado a los dirigidos por Cacho Navarre. “No entrenamos en la semana y se notó”, justificó el DT tras el partido. No hubo precisión y hubo que sufrir los embates de los contadores que largaban a los volantes y tenían variantes. Sin embargo la más clara la tuvo el Naranja. Centro a la perfección desde la izquierda y el Flaco que metió la testa pero no pudo darle ubicación.

La segunda etapa fue distinta. La parcialidad visitante llenó su popular y comenzó a meter ficha. La nuestra no se quedaba atrás y con melodías mexicanas coreaban “Agrofor, Agrofor, rá, rá, rá”.

Los cambios en el rival se notaron. Uno de los puntas de refresco empezó a complicar por su estatura y oficio. El campeón no se encontraba cómodo y se notaba la falta de ritmo en algunos players, al punto que la Negra sugirió a Gastón “pedí para salir”.

Llueve un nuevo centro al área agroforeña y Facu rechaza al medio, Lafuente recibe la pelota Tatá y se hace un nudo marinero. Los delanteros acosan y fuerzan el error que culmina en penal… y gol. La jugada se para ¿Roja o gol? El reglamento queda de lado y el árbitro señala pena máxima y, por suerte, no hay tarjetas. Mingo Rosas lo cambia por gol. 0-1. La cosa venía fulera.

Ahí se vio lo mejor de Agrofor. En la adversidad luchó, mantuvo la calma y siguió intentando por abajo. Diegote la recibe en las adyacencias del área. Hace jueguito. Se la piden, no escucha. O sí, pero ya había decidido otra cosa. Bomba con parábola por arriba del arquero. Gol, ja. Golaaaaaaaaazo. 1-1. El puntuador de los lunes le grita al jefe de la banda local “¿Viste Chorpa por qué le pongo 10?”. Y el orden le ganó al caos otra vez.

Sobre el final Agrofor sufrió más de la cuenta. Cascoteo de rancho, cabezazos providenciales, despejes imperfectos, cruces pluscuamperfectos, la Foca que no mezquinó salidas y tapó todo. Perder hubiera sido demasiado castigo.

Párrafo aparte merecen las actuaciones del delantero nipón de Agrofor, Héctor Giro Nakabayashi, y el volante de creación, Diego Zambrano. Uno, hijo del Sol Naciente, que pulió su conducta en los sembradíos de arroz del Gentilini. Otro, hijo de los CDs de Alcides y pooles con cerveza hasta el amanecer en La Plata, que se graduó en chanfles de zurda en los potreros del barrio San Martín. Aparecieron cuando el equipo más los necesitaba y volvieron a ser la dupla temible para los arqueros como en el primer campeonato logrado por Agrofor.

Falta un partido para cerrar esta campaña sensacional. Y después ahí nomás el clausura, donde habrá que demostrar vigencia. Una cualidad que Agrofor no pierde.

lunes, 24 de agosto de 2009

DON PANCHO


Es sábado por la tarde y juega Agrofor. No hay mucha gente mirando los partidos.
Aquél arbitro que le trae malos recuerdos marca el inicio del partido.
Sentado junto al campo de juego, en aquellos troncos de madera del Club San Francisco está Don Pancho, solitario pero a gusto, observando en silencio, dispuesto quizás a sufrir un poco más de la cuenta.
Es que su equipo sufre en la División “B”, “…tiene garra eso si…” – piensa, mientras en el mediocampo su cinco anda por el suelo cortando juego.
Hace un poco de frío, pero a él parece no importarle, siempre viene, siempre está. Sereno en la esperanza de un triunfo, con las palabras justas de entretiempo (… sobre todo para aquél que pifió esa pelota y anda con el ánimo por el piso), oportuno con sus pequeños consejos.
De a ratos arranca un yuyo del pasto y lo entretiene entre dientes pensando una mejor manera de parar el equipo. Mientras tanto los muchachos van y vienen, van encontrando el juego.
Después de los partidos y sentados unos junto a otros, se mezcla en la charla, pero mas que nada disfruta escuchando. Cada tanto, opina sobre algo…alguna jugada, que se yo.
De poco hablar, justo y certero en sus apreciaciones, el dueño de las palmaditas de compasión cuando nos estrellábamos en resultados adversos. El don Pancho de la sonrisa tranquila, viéndonos festejar algún triunfo en nuestros interminables terceros tiempos. El, a su modo, acompañándonos.


Ya no importa el resultado de aquél partido, no era eso de lo que hablábamos….

Me era necesario recordarlo de alguna manera, no dejarlo ir solamente, sino justamente tenerlo con nosotros, es que, como decía el poeta Lima Quintana “Vivir es una consigna inevitable. La obligación del sobreviviente es no olvidar las señales y a los caídos en la lucha”; “He descubierto hace mucho que para luchar victorioso en defensa de la vida hay que armarse, hasta los sueños, con memoria”.

Por eso mis amigos, vayan estas pequeñas palabras de agradecimiento, a modo de humilde homenaje a Don Pancho. Va también para todos aquellos que sábado tras sábado nos rodean con su apoyo y aliento desde un paso afuera de la línea de cal y ¿por qué no? para nosotros mismos también. Porque, en definitiva, hablamos de amistad, la que se elige y se ejerce sin problemas o inconvenientes pese a nuestras distancias y diferencias, respetándonos y aceptándonos, pasándola bien y en otras mal. A veces sin vernos en persona, pero haciéndonos presentes con llamadas o mensajes.

Sin barullo, sin bombos ni platillos, suave y calmo se cobija Don Pancho allí donde se llevan las cosas más importantes, en lo profundo de nuestros corazones.
Como debe ser.

De esta familia Agroforeña va para vos un inmenso abrazo!
Günther.-

jueves, 20 de agosto de 2009

Puntajes Agrofor 2 - Abogados A 0

Puntajes Agrofor GG 0 - Escribanos 2

Tricampeones


Final en cancha seis: Estudio 0 – Ingenieros C 0. Minutos antes Contadores L y Juniors se disfrazaron de Ferro y Platense un lunes cualquiera y se fueron a las duchas sin festejar. Ahí nomás este cronista metió mano en su mochila de cuero marrón clarita, sacó la calculadora científica y empezó: si por cada partido ganado te dan 3 puntos, eso significa que después del 2-0 contra Abogados A, Agrofor obtuvo tres puntos. Si multiplico por tres partidos ganados me dan 9 puntos. Matemáticas puras: 3 jugados, 3 ganados = 9 puntos.

Los rivales empataron todos entre sí en 3 fechas, entonces suman 3 puntos, menos los que ya enfrentaron a Agrofor, que por lógica perdieron contra el naranja, por tal motivo sólo pueden llegar con toda la furia a 2 unidades. Para continuar con esta lógica me nutro de los conceptos del libro de Adrián Paenza “Matemáticas ¿Estás ahí?” y sigo. Si sólo quedan dos fechas, implica que los conducidos por Cacho Navarre incluso perdiendo los dos cotejos que faltan, se llevan el trofeo porque, por si fuera poco, en la ronda regular salieron primeros. Un dato no menor, ya que según el inciso E del artículo 10 del reglamento de la Aciadep, redactado por el mismísimo Michael Yendreka se advierte que “aquel equipo que le pasare o pasase el trapo al resto de los equipos en la ronda campeonato, llevará como premio a la liguilla final la ventaja deportiva en caso que se empatare, empatase o empantanare el desenlace del certamen a igualdad de puntos”.

Y sigo. Y sigo sumando información. No puedo dejar de dar puntada sin hilo. Debo ser riguroso con la información y chequearla y revisarla. Con mi dilatada trayectoria no puedo arrojar data sin documentación fehaciente. La calculadora empieza a humear. Pero antes de pasar a la inmortalidad, cansada de que le repitan las mismas operaciones una y otra vez, con el último aliento la maquinita saturada suscribe: “No sumes más. Ya son campeones, boludo”.

Con la confirmación me largo al centro de la cancha para anunciar la noticia pero los muchachos de Agrofor ya se fueron. Apenas se ven las pilas de cadáveres de cerveza y serpentinas. No queda nadie en el predio. Solo al fin, pero con la satisfacción moral de haber dilucidado científicamente el porqué de la vuelta olímpica dos semanas antes, abro mi laptop y me largo a escribir lo que presencié unas horas antes en la cancha 4 del hipódromo.

Otra copa más…

Facundo resignó el finde largo a Wanda. El Flaco se abstuvo del último trago en Mentecato y la Foca sólo le puso una rodaja de panceta a los dos huevos fritos que se clavó al mediodía. Todos se sacrificaron. Sabían que esa tarde podían coronar una campaña sensacional.

De entrada el clima mete miedo. Abogados A es un equipo peligroso de arriba y el viento podía ser un factor impredecible. Para desactivar esa hipótesis, el Bohemio por Zaca a la cancha. Los letrados tienen la iniciativa en los primeros minutos, pero son sólo fuegos de artificio. Agrofor se planta y empieza a hacer lo de siempre: defensa segura, bochazos a los puntas y juego en tres cuartos de cancha rival.

Las acciones de riesgo tardan en llegar. El Foco mete un corner en el travesaño, el rebote buscó algún héroe, pero el puesto quedó vacante.

A los veinte minutos, pelotazo de la Negra al área, sale el golero rival y deja un rebote corto. Error. El asesino de redes nipón salió de cacería y se cruzó con su presa. Latigazo y gol. 1-0. El grito del Chorpa y el clan Reyes se escucha en las otras canchas y los rivales, que esperaban un tropiezo del actual campeón, se empiezan a resignar.

La ventaja puso el juego donde quería Agrofor. Cedió la pelota y esperó. La firmeza de los defensores, la entrega de los mediocampistas y el apriete en la salida rival de los delanteros cerraban todos los caminos para los dirigidos por José Edmundo Villarreal.

Apenas unos minutos del segundo tiempo, el Flaco tiene una. Botín nuevo, palo. Ahí nomás, el Japo se come otra y después la Negra dibuja una contra de fantasía con Diegote, deja al arquero en el piso y se le va apenas por arriba del travesaño.

Más tarde, Diegote pide un tiro libre y le pega en las bolas a Hendrix que estaba sacándole chispas a su viola en una nube. Al toque, otra chance. Acomoda el capitán y el arquero rival la saca al córner.

Está claro que me pagan para hablar bien de Agrofor, pero si no destaco en la crónica ocasiones de Abogados A es porque no existieron prácticamente. Hasta ahí, el 1-0 era mezquino e injusto.

El Foco gana una bola en las inmediaciones de la empanada del área rival, ensaya una chacarera doble, pasa a la defensa pero no al egoísmo del 10 de Agrofor. El capitán se adueña de la pelota, y tal como muestran las imágenes de Misiones On Line, elude al arquero y la toca suave con derecha. Belleza. 2-0. Montaña humana en el banderín del córner y ahora sí, partido liquidado. Gol y vuelta. Caramburú y champán. Locura y rocanrol. Asado y cascarudo para todos.

Con el triunfo, a falta de dos fechas, Agrofor se coronó campeón con legitimidad. A lo largo de esta campaña y desde esta columna advertíamos, incluso en la adversidad, que en el mano a mano el naranja era el color que más brillaba. No fue una ocurrencia de este cronista. Lo predijo una gitana, la misma que al principio del torneo tiró las cartas y dijo que Agrofor iba a ser campeón.

miércoles, 5 de agosto de 2009

CEPARD (Centro Plumífero de Alto Rendimiento Deportivo)

Imágenes del Nº6 del GG en pleno tratamiento de Mesoterapia y reconstitución ósea antes de los dificiles partidos de la ronda "estímulo" de la categoría "B"

Dieta para el deportista de alto rendimiento

Aca les dejo la dieta aprobada por los grandes deportólogos del mundo que en este momento adoptó el arquero de Agrofor A de cara a los dificiles partidos que le esperan al equipo en los proximos dias...a ver quien dice ahora que la foca no se cuida?...un abrazo a todos

lunes, 3 de agosto de 2009

Agrofor-Estudio

Que se sabe de Lionel Richie?

Puntajes Agrofor-Estudio


•Premio Toto Schilaci: Gastoncito (el único gol del partido)
•Premio Martín Karadagián: El Foco (ni hablemos de lo que hizo)
•Premio René Houseman: El Chorpa (vaya uno a saber que tomo la noche anterior pero parecia que le habia dado un ACV no podia ni hablar)
•Premio Gambetita Latorre: Diegote. Apilo pibes de Estudio en todos los lugares de la cancha, con varios caños incluidos.

Campera que debuta, gana


Por: Eulalio Meaurio

“Giunta, Giunta, Giunta…huevo, huevo, huevo”. La sinfonía compuesta por los poetas de los tablones representa un reconocimiento para aquel futbolista que a base de esfuerzo, tesón y garra, sensibiliza al público desde otro lugar. El aplauso ya no nace de un caño, una gambeta o una triple pared. La ovación se presenta por un cruce temerario ante una pelota imposible y la entrega que sale del corazón cuando las piernas no responden.

Complejizando el debate, algunos analistas advierten que no sólo tiene huevos aquel que traba con el occipital derecho una dividida. También el que la pide sin temor a la segura represalia de fieros zagueros rivales.

Pero si nos ponemos finos, huevos, lo que se dice huevos, es subirse a un barquito con 80 tipos de barba tupida desde México, desembarcar en Cuba y derrocar a una dictadura. También requiere esos atributos ser novio de Zulma Lobato.

En ese sentido, las expresiones que se escucharon el sábado post partido coincidían en resaltar los cojones. “¿Viste como se tiró al piso Gastoncito?” “¡Bien la Foca cuando se anticipó con los puños al delantero!” “¡Cómo apretó la Negra!” “¡Al Flaco le dieron con ganas y se la bancó!”, son frases que elogian el carácter, pero dan cuenta que el sábado hubo mucho más overol que fantasía. Un factor que puede inclinar la balanza en determinados momentos, pero que por sí solo no gana campeonatos. Claro, el rival también juega y Agrofor sabe sus limitaciones.

Ahora son 13

La alineación inicial sólo mostró una modificación: el Bohemio Gunther por Facundo (esta vez la culpa no fue de Wanda). De entrada Estudio se vino encima. Un par de faltas discutidas pusieron al naranja contra el arco que defiende la Foca, pero con oficio Agrofor lo emparejó. Hubo exceso de suelas y pocas llegadas.

En el complemento se vio lo mejor. Los volantes se soltaron más y los delanteros se mostraron punzantes como la cola de la manta raya que ultimó al domador de cocodrilos de la tele. La pelota dejó de besar las nubes y empezó a tener contacto con el piso. Bola por abajo y foul al borde del área. Le pega Diegote el día de su cumpleaños y el exceso de caña con ruda le quita potencia al remate que contiene el arquero. Agrofor avisaba.

Cinco minutos después se repite la jugada. El Flaco arrastra marcas y un pasado que sus ex compañeros no olvidan por lo que resuelven darle en las costillas, las dos rodillas y la pera a metros del área. Esta vez acomoda la Negra. El mono aullador le mete el roscazo y la pelota se estrella contra el palo. El rebote encuentra la pierna derecha de Gastón que espera con la misma buitresca actitud que los abogados un caso de mala praxis en la sala de terapia intensiva. Toque y gol.

A partir de ahí se armó otro partido. El rival con la urgencia de ir al frente y el naranja de defender la diferencia que tanto costó conseguir.

En esos momentos apareció la entrega, el sacrificio y la solidaridad del equipo que resistió las embestidas de los muchachos de Estudio.

El árbitro exige el cambio del Foco. Zambrano abrazó la bomba atómica y la arrojó al banco. Entra Cristian, canilleras en mano. Va de 8, lo mandan de 4. Al Bohemio no le avisan, Claudio no se enteró, Lafuente estaba pensando cuántos ladrillos le faltaban para terminar el muro de su casa y Dani Caballero todavía no digería la llave que se tragó cuando le puso candado a su sector.

El desorden de ese momento hizo zozobrar al equipo, pero no pasó a mayores.

Sólo quedó tiempo para el ingreso de la primera guitarra del plantel, Luisito, que le puso mucha actitud y peleó todas. Pitido final, abrazos y tributo a la hinchada que siempre está, revoleando las camperas naranjas de estreno.

Me quedo con esa foto. Ojalá se repita en tres fechas. O antes.

Agrofor dedica el triunfo a Don Pancho, que ahora alienta desde el cielo.